22.10.07

El Efecto Mascota

Muchas veces el “saber popular” se equivoca y propone ridiculeces que perduran en el tiempo por el sencillo hecho de que “siempre se hizo así”, otras, como en este caso, harían exclamar a mi abuela ¡Chocolate por la noticia!


¡Recientes estudios en Estados Unidos descubrieron que el corazón y los afectos están muy ligados el uno al otro!

El eminente investigador y escritor americano Dr. Jim Lynch descubrió que los dos factores más creíbles para predecir las posibilidades de tener una vida medianamente prolongada después de un ataque cardíaco, son:


  1. La gravedad de la lesión cardiaca.
  2. ¡Tener o no una mascota!

A su vez los “mascoteros” tienen 4 veces mejores posibilidades que los que no tienen animalitos en casa.

¿Qué tal?

Se demostró que los niños que tenían que leer en clase ante sus compañeros, inmediatamente aumentaban su presión arterial (por el stress) cosa que no pasaba si se les hacía leerle a un perro o a un gato.



Ya hay muchos estudios de cómo desaparece la hipertensión en las personas que acarician a su mascota, o meramente miran una pecera.
Los científicos, entonces, marcan el hecho: “Oigan, parece que hace bien tener un bicho”, que todos los que tenemos mascotas ya sabíamos.
Ahora, porqué se produce esto, es otra cuestión. Siempre relacionamos el corazón con el amor y, el amor, el afecto, no es una invención humana.
Cualquiera que se detenga a mirar los mimos que se prodigan nuestras mascotas, no ya una perra con cachorritos sino una pareja de cotorritas, o dos gerbos (las ardillitas de Mongolia, tan populares como los hámsters) se dará cuenta de qué hablamos.



El ser humano por razones que son largas de enumerar, incorporó como “mascotas “a diversos animales. Estos animales que llegan a casa, son generalmente crías y las crías de cualquier especie tienen características infantiles. Esto es, ojos grandes, cara redonda, poco peso, movimientos torpes.
¿Para qué, se preguntarán ustedes?
Para generar ternura, y para que los padres no se los coman.
Lo mismo que en sus padres generan en nosotros ternura, necesidad de darles protección. Y, para colmo, logramos mediante selección dirigida, mantener, en la mayoría de nuestras mascotas, de por vida esas características infantiles (eso se llama neotenia). Todo eso hace que estos “niños de otra especie" que adoptamos, sean tan populares y nos regalen salud... el “efecto mascota”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Olle si sigues haciendo esta web, te quiero pedir un favor, se ve que sabes de perros entonces si me podrias recomendar razas de perros pequeños y tambien decirme si tener una macho o una hembra con sus beneficios y sus contras.
enviamelo a nacho95fbc@hotmail.com
y dime lo que piensas tu.