"Para tener un pitbull, rottweiler o dogo hay que estar preparado. Por eso insistimos con la educación de las personas, ya que no cualquiera puede tener esta clase de perros. Tiene que saber que puede transformarse en un peligro inminente si no se sabe adiestrar, ya que son de carácter dominante y ponen a prueba a sus dueños en forma permanente para saber hasta dónde pueden llegar", dijo el veterinario Fernando Marino, jefe del Departamento Antirrábico que funciona en La Plata y depende del ministerio de Salud bonaerense, al referirse a los casos que se conocieron en los últimos días en los que un pitbull atacó a un nene de 7 años, y un dogo a un bebé de 19 meses.Ambos chicos terminaron hospitalizados con serias heridas. El chico de 7 años sufrió lesiones en la cabeza que demandaron quince puntos de sutura y otras seis mordeduras en distintas partes del cuerpo. Este cuadro, generado por el ataque ocurrido en 77 y 135, llevó a que fuera internado en el hospital de Niños en la noche del miércoles, tras haber pasado por el San Juan de Dios para las primeras curaciones. El bebé de 19 meses fue atacado por el dogo de la familia, mientras jugaba en la pileta junto a su hermana mayor, en una casa de Punta Lara. También fue derivado a una cama de la sala 2 del cuarto piso del Sor María Ludovica.
"Cuando la gente se guía por la moda con los perros, como si fuera a comprarse un auto, la situación que se plantea no es la mejor. Desde hace varios años se impuso la moda de comprar perros grandes, sin saber cuáles son aptos para convivir con una familia. Para eso hay que tomar una serie de precauciones que conducen a evitar episodios como los que ocurrieron días atrás", indicó Marino.
El profesional remarcó también que "los pitbull, rottweiler y dogos, entre otras razas, son
dominantes por naturaleza, y hay que saber tenerlos. De lo contrario, no es recomendable para familias con chicos. Los animales son instintivos, y los chicos a veces tienen reacciones que pueden asustar al perro y eso lleva a que el animal se defienda mediante el ataque directo. El pitbull es uno de los más peligrosos porque cuesta desprenderlo de lo que él considera una presa y su sistema de respiración y el tamaño de la mandíbula permite que mantenga la mordida en un tiempo prolongado, lo que en muchos casos puede provocar accidentes con saldos gravísimos".También indicó que "la educación de las personas también implica el concepto de la tenencia responsable. Darle el lugar necesario a un animal, adiestrarlo desde muy pequeño y marcarle conductas para cercarle el espacio y que sepa que el dueño es el dominante en toda situación". Otra sugerencia que hizo el profesional es "enseñarle a comer con alguna persona al lado, desde muy pequeño, para que vaya incorporando esa situación y no sorprenda en el futuro con un ataque a quien se acerca ocasionalmente".
El titular del departamento Antirrábico -dependencia que funciona en 526 y 10-, dijo también que "en verano y primavera crece el número de ataques porque los chicos están más expuestos. Van a los espacios públicos y como hay más horas de luz están más tiempo en plazas y parques y la posibilidad de contacto con los animales es mayor. Inclusive, en el Antirrábico recibimos lunes y martes muchos casos de ataques de animales a los chicos tras cada fin de semana".
Según la explicación de los profesionales, "los chicos son los que protagonizan la mayoría de los casos porque están más expuestos que los adultos y se acercan con menor precaución a los perros".
"El caso del chico que fue atacado en 77 y 135 por el pitbull es un claro ejemplo, porque el nene atinó a ponerse en cuclillas, entonces le cedió la cabeza y el cuello al perro, que es el lugar por donde suelen atacar estos animales. Los adultos tratan de dar un paso atrás, poner un brazo o la pierna para bloquear cualquier mordedura en una zona tan delicada. Por eso, quien tiene un perro de estas razas debe tener un extremo cuidado, porque de lo contrario desencadena en esta clase de hechos, con un chico hospitalizado".
Para sacarlos a pasear por la vía pública, se recomienda que "los dueños los tengan con bozal y los lleven con correa, de modo tal que si intentan atacar a alguien no los muerdan".Ante el ataque de un perro existen dos alternativas a seguir. Para las personas atacadas, si sufrieron una herida en la cabeza o el cuello, deben aplicarse las vacunas antirrábicas tres veces cada 48 horas ni bien fueron atendidos por un profesional médico. Esto para prevenir en caso de que el resultado de los estudios que le hacen al perro agresor pueda dar positivo en referencia a la rabia u otras enfermedades que pueda tener el animal. En el caso de heridas en otras zonas no tan comprometidas, se recomienda esperar el resultado y después para evitar el contagio de la rabia. Con respecto al animal, si el dueño está en condiciones económicas de pagar un veterinario privado, el estado de salud del can puede ser seguido en el domicilio. Al Antirrábico -cuyo servicio es gratuito- acuden aquellas personas a las que les resulta difícil enfrentar los costos de un seguimiento médico veterinario privado. El tratamiento en el Antirrábico dura diez días, durante los cuales los dueños de los perros deben acercarse a ese centro y aportar la alimentación del animal.
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